Dimensiones
19,00 x 12,00
Edición
2017
Idioma original
Ruso,
Traducción
Mestas Ediciones
Estado
Nuevo
ISBN
9788416775514
LOS MEJORES CUENTOS RUSOS
Los cuentos son los cimientos que definieron el gran siglo de la literatura rusa, el siglo XIX, iniciándose así una trascendental e influyente tradición que ha llegado hasta nuestros días. No hubiese sido posible sin la inestimable aportación que proporcionó la confluencia de algunos autores, de los más grandes de la literatura rusa y universal.

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Fiódor M. Dostoievski
Moscú, (1821-1881). Fiódor Mijailovich Dostoievski, novelista, comenzó desde muy joven a desarrollar sus cualidades de escritor. Tras trabajar a los veinte años como traductor en San Petesburgo, su novela epistolar Pobres gentes le proporciona una efímera fama, ya que sus siguientes obras dejaron al autor en un olvido total. Condenado a muerte e indultado momentos antes de su ejecución, su estancia en Siberia marcará el devenir de su producción posterior, que le consolidó como un escritor de éxito. Máximo representante de la «novela de ideas», en sus obras aparecen rasgos de modernidad, sobre todo en el tratamiento del detalle y de lo cotidiano, en el tono vívido y real de los diálogos, y en el sentido irónico que apunta en ocasiones junto a la tragedia moral de sus personajes.
Antón Chéjov
Lev Tolstói
eón Tolstoi fue un gran novelista ruso, profundo pensador social y moral, y uno de los más grandes autores del realismo de todos los tiempos. Hijo de un terrateniente, nació en 1828 en Yásmaia Polonia, la cual era la propiedad agrícola de su familia en Moscú. Tuvo tutores franceses y alemanes, y a los 16 años, ingresó en la Universidad de Kazán, donde estudio lenguas y más tarde leyes. Abandonó sus estudios en 1847. Después de haber intentado mejorar las condiciones de vida de siervos de sus tierras, se metió de lleno en la disipada vida de alta sociedad aristocrática moscovita, a la que prometió en sus diarios gentilmente reformar. En 1851, decidió incorporarse también al Ejército ruso. Allí estuvo en contacto con los cosacos, que se convertirían en los protagonistas de una de sus mejores novelas cortas,Los cosacos (1863) en ella compara el cansancio y la juventud moscovita con el vigor y la vida al aire libre de los cosacos, que representa con simpatía y un profundo realismo poético. Concluyó una obra autobiográfica, llamada Infancia (1852), a la que siguieron, Adolescencia (1854) y Juventud (1856) en las cuales reveló una serie de recuerdos de carácter psicológico similares a los de la mayoría de los jóvenes. Estas obras fueron inmediatamente acogidas por el público, de igual modo que Sebastopol (1855-1856), tres historias basadas en la guerra de Crimea. Tolstói regresó a San Petersburgo en 1856, y se sintió atraído por la educación de los campesinos.
Alexander Afanásiev