Polilla medieval
el 13-05-2024
TRATADO SOBRE LA PIEDRA FILOSOFAL Y SOBRE EL ARTE DE LA ALQUIMIA
Atribuído a Sto Tomás de Aquino
Introducción de Gustav Meirynk
Editorial Sirio 2010
(Pág 7 de la presente edición)
El demiurgo, gran constructor de universo es indiscutiblemente un artista de vasto polifacetismo. No sólo es pintor y escultor, sino también autor de dramas y farsas; no admitiendo censura alguna en su actividad, se ocupa gustosamente en ofrecer toda clase de representaciones de carácter erótico. A veces le gusta escribir obras satíricas tomando como actores a las pobres criaturas humanas, a las que o bien sea gratuitamente o pagándoles unos honorarios miserables, envía a escena.
Una obra satírica de este estilo podría llevar este título: “alquimia o impenetrabilidad”.
A los ojos de la limitada mentalidad humana, tiene demasiados actos par poder mantenerse en escena de forma continuada. Sin embargo es indiscutible que está escrita con gran habilidad; una y otra vez, aparecen en momentos de tensión y apenas experimentamos un ligero signo de aburrimiento cuando el autor, magistralmente por medio de amables artimañas, provoca en nosotros una atención renovada.
Supongo que el comienzo de la obra hay que situarlo en la juventud del Demiurgo, pues todo lo que sobre alquimia sabemos se pierde en la noche de los tiempos; nadie se puede acordar del preludio, y del primer acto.
Por el contrario, leyendo los libros d la Edad Media que tratan del arte de fabricar oro, todos podemos actualizar los actos posteriores. El cuadro que directa o indirectamente parece ante nuestros ojos es de una extraordinaria vistosidad y a menudo nos atrae a una Fata Morgana. Por una parte, vemos una y otra vez, en boca de sabios irreprochables y testigos veraces (por ejemplo, el famoso holandés Van Helment) cómo fueron llevadas a cabo transmutaciones de metales, y hablo de los efectos de la llamada piedra filosofal; por otra parte, oímos que en aquel tiempo los engañadores abundaban en las cortes reales donde, mediante bufonadas y trucos de prestidigitación pescaban en río revuelto.
Con la invención de la imprenta cae un torrente de libros sobre la afligida humanidad, en donde muchos, abierta o encubiertamente afirmaban estar en posesión del misterio que permite convertir en oro, cinc o mercurio. Se escribieron muchos libros sobre la teoría de transmutación de los metales, y para mostrarnos, el Demiurgo su astucia como escritor teatral esparció chistes aquí y allí cuando la representación parecía aburrir. Mencionaré brevemente que un cierto Adolf Helfferich editó, a mediados del siglo XIX un libro, entonces famosos, titulado: “ La nueva ciencia de la naturaleza, sus resultados y perspectivas.“ (Triest, 1857). Con ello el señor Helfferich interviene abiertamente en el campo de la alquimia y en sus afirmaciones; el hecho es que muchos años (otro siglo) después, un individuo del mismo nombre aparece en la historia como presidente del Banco Nacional que domina magistralmente el arte de transformar metales, concretamente el de convertir oro en papel, es un chiste tan brillante que sólo un crítico de arte, dejado de la mano De Dios, podría afirmar que no se trata aquí de una alusión reflexiva e intencionadamente hecha por el Director de la Historia Universal, sino que es pura coincidencia. Para mí es evidente que el escritor de esta comedia satírica ha utilizado, en el año 1857 el nombre de Helfferich con el solo propósito de repetirlo en el año 1917 y dar lugar al chiste.
(…) continúa.