Editorial
Anaya
Ilustración
Ximena Maier
Idioma
Castellano
Encuadernación
Tapa blanda
Páginas
64
Dimensiones
26,00 x 20,00
Edición
2006
Idioma original
Castellano,
Estado
Nuevo
ISBN
9788466751865
Platero y yo contado por Concha López Narváez

Platero y yo es la historia de un hombre y su burro. Los dos iban juntos a todas partes, o a casi todas, y, mientras tanto, charlaban de las cosas sencillas y profundas de la vida, de las cosas del corazón. Era el hombre el que hablaba, claro, pero el burro lo escuchaba con cariño, atentamente.Los dos vivían en un pueblo de Andalucía, caminito de Huelva, que se llama Moguer. En aquel lugar, la mayor parte de las casas son bajas y blancas y tienen geranios y claveles en todas las ventanas. Es un lugar alegre, y el aire huele a pinos y a mar, a limoneros y naranjos en flor.El hombre se llamaba Juan Ramón Jiménez y era poeta. El burro se llamaba Platero, y, de tanto oír a su dueño, también acabó siéndolo.
Platero y yo es la historia de un hombre y su burro. Los dos iban juntos a todas partes, o a casi todas, y, mientras tanto, charlaban de las cosas sencillas y profundas de la vida, de las cosas del corazón. Era el hombre el que hablaba, claro, pero el burro lo escuchaba con cariño, atentamente.Los dos vivían en un pueblo de Andalucía, caminito de Huelva, que se llama Moguer. En aquel lugar, la mayor parte de las casas son bajas y blancas y tienen geranios y claveles en todas las ventanas. Es un lugar alegre, y el aire huele a pinos y a mar, a limoneros y naranjos en flor.El hombre se llamaba Juan Ramón Jiménez y era poeta. El burro se llamaba Platero, y, de tanto oír a su dueño, también acabó siéndolo.

Juan Ramón Jiménez
Poeta y premio Nobel de Literatura, nació en Moguer (Huelva), y estudió en la Universidad de Sevilla. Los poemas de Rubén Darío, el miembro más destacado del modernismo en la poesía española, le conmovieron especialmente en su juventud. También sería importante la lectura de los simbolistas franceses, que acentuaron su inclinación hacia la melancolía. En 1900 publicó sus dos primeros libros. Poco después se instalaría en Madrid, haciendo varios viajes a Francia y Estados Unidos, donde se casó con la que ya sería su compañera de toda la vida, Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil española se vio obligado a abandonar España. Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico, fueron sus sucesivos lugares de residencia. Moriría en este último país.

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Juan Ramón Jiménez
Concha López Narváez