Lo que Deleuze y Guattari entienden como “sistema” filosófico no es en absoluto un corpus orgánico de conocimientos o una síntesis unitaria gobernada por una trama lógico-deductiva a partir de un principio primero y fundamental, sino algo así como una “multiplicidad de multiplicidades”. El libro –y, por tanto, el sistema– están constituidos por una diversidad numéricamente indefinida de planos inconmensurables que no se pueden totalizar a priori: la totalidad –el sistema– no está “fuera” de esos planos ni “planea” por encima de ellos como una dimensión ulterior y trascendente que se añadiera a ellos para efectuar su síntesis, sino que la totalidad (el pensamiento como repetición y el ser como diferencia) está “toda entera” en cada uno de los planos (lo que explica la fascinación filosófica de Deleuze por Leibniz, para quien el universo infinito estaba también en cada una de sus mónadas) y, sin embargo, su faz cambia por completo según cuál sea el plano desde el que se la observe o se la reconstruya. Lo importante es que cada uno de esos planos no puede ser descrito si no es recorriéndolo, haciendo la experiencia de su exploración. Ello explica la insistencia de Deleuze y Guattari en que el libro no debe ser un calco sino un mapa, es decir, al mismo tiempo el resultado precario y nunca definitivo de esa experiencia de exploración y el instrumento pragmático que la condiciona en su continuidad.
Mil Mesetas es el resultado de esta formidable y fascinante aventura de experimentación, pues es la definición de la filosofía como experimentación y no ya como interpretación o como análisis. Es decir, “la filosofía en el sentido tradicional de la palabra”: algo que, de puro intempestivo, es siempre nuevo. Un nuevo escritor de filosofía para un nuevo tipo de libro de filosofía que exige –busca, sondea– un nuevo lector de filosofía.
José Luis Pardo
Dos figuras capitales del pensamiento contemporáneo, el filósofo Gilles Deleuze y el psicoanalista Félix Guattari, han escrito conjuntamente tres libros que han significado sendos hitos fundamentales: El Anti-Edipo (1972), Mil mesetas (1980) y, recientemente, ¿Qué es la filosofía? (1991), un libro que «condensa todo lo que los autores han querido hacer hasta ahora, tanto conjunta como separadamente», en palabras de Didier Eribon. La filosofía no es contemplación, ni reflexión, ni comunicación. Es la actividad que crea los conceptos, afirman Deleuze y Guattari. ¿Cómo se distingue de sus rivales, que pretenden proveernos de conceptos (como la mercadotecnia en la actualidad)? La filosofía tiene que decirnos cuál es la naturaleza creativa del concepto y cuáles son sus concomitantes: la mera inmanencia, el plano de inmanencia y los personajes conceptuales. Con ello, la filosofía se diferencia de la ciencia y de la lógica. Éstas no se rigen por conceptos sino por funciones, en un plano de referencia y con observadores parciales. El arte se rige por preceptos y afectos, en un plano de composición de figuras estéticas. La filosofía no es interdisciplinaria; es, en sí misma, una disciplina completa que entra en resonancia con la ciencia y con el arte, como éstos con ella: encontrar el concepto de una función, etc. Lo que sucede es que los tres planos son las tres maneras que tiene el cerebro de coincidir con el caos y de afrontarlo. Se trata de los Caiodes. El pensamiento sólo puede constituirse en esta relación en la que siempre corre el peligro de abismarse. «Este libro es una bomba instalada en el seno de la filosofía, como El Anti-Edipo lo fue en el psicoanálisis. En los años venideros observaremos sus efectos» (Libération). «Sin ningún género de dudas, Deleuze y Guattari son filósofos como ningún otro, exceptuando quizá a Spinoza; es decir, creadores de conceptos» (Xavier Delcourt, La Quinzaine Littéraire). «Uno de esos libros, tan escasos, que remueven el pensamiento, que nos fuerzan a ver cosas de otra manera. Un libro al que se regresará a menudo por su fuerza inventiva, por la brillantez de sus fórmulas, por la imagen que da del pensamiento. Muy pronto va a convertirse en un clásico. Y reunirse así con la leyenda que lo ha precedido» (Didier Eribon, Le Nouvel Observateur).
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Gilles Deleuze
Gilles Deleuze nació en París en 1925. Fue profesor de Filosofía en la Sorbonne y es autor de varios libros, entre ellos, Nietzsche y la filosofía, La filosofía crítica de Kant, Proust y los signos, Spinoza: filosofía práctica, La lógica del sentido, La imagen-tiempo y, en colaboración con Félix Guattari, El anti-Edipo, obra que le dio a conocer mundialmente y le convirtió en uno de los filósofos más polémicos de la década de 1960.
Deleuze es una figura clave de la filosofía posestructuralista francesa. Considerado empirista y vitalista, su obra, que se basa en conceptos como la multiplicidad, el constructivismo, la diferencia y el deseo, se aleja sustancialmente de las principales tradiciones del pensamiento continental del siglo xx y le sitúan como una figura influyente en las consideraciones actuales sobre la sociedad, la creatividad y la subjetividad.
Deleuze escribió sobre Spinoza, Nietzsche, Kant, Leibniz entre otros, entre los que también contaban autores y obras literarias, el cine y el arte. Deleuze afirmaba que no escribía «sobre» arte, literatura o cine, sino que emprendía «encuentros» filosóficos que le llevaban a nuevos conceptos. Como constructivista, era categórico al afirmar que los filósofos son creadores y que cada lectura de la filosofía, o cada encuentro filosófico, debería inspirar nuevos conceptos.
Félix Guattari
Félix Guattari (1930-1992) fue psicoanalista y filósofo. Trabajó durante buena parte de su vida en la clínica de La Borde, centro destacado de la psicoterapia experimental y alternativa. Siguió durante largo tiempo el seminario de Jacques Lacan, quien fue, además, su psicoanalista, pero tomó distancias respecto al «lacanismo» a partir de su colaboración con Gilles Deleuze, y juntos escribieron varias obras capitales del pensamiento contemporáneo. Como militante radical de izquierdas, Guattari sostuvo de forma activa numerosas causas de distintas minorías, tanto en la práctica como en sus principales libros. Entre éstos podemos destacar La revolución molecular, El Anti-Edipo, Mil mesetas, ¿Qué es filosofía? o Las tres ecologías.