Editorial
Trotta
Idioma
Castellano
Encuadernación
Tapa blanda
Páginas
256
Dimensiones
23,00 x 14,50
Edición
2019
Traducción
Óscar Parcero
Estado
Nuevo
ISBN
9788498797169
Los dos escritos aquí reunidos, publicados el mismo día de 1843 con pseudónimos distintos, son una expresión acabada del genio literario y filosófico de Kierkegaard.

La repetición, firmada por Constantino Constantius, da cuenta de la tentativa aludida en su subtítulo: «Un ensayo de psicología experimental». Mediante la forma narrativa, se trata de que el concepto cobre existencia a partir de la vinculación entre «una individualidad» y «una situación». El narrador, envuelto en su propia peripecia de regresar a Berlín para determinar si la repetición es realmente posible, expone y analiza la historia de un joven enamorado de una muchacha, eco probable de la relación del propio Kierkegaard con Regine Olsen.

Temor y temblor, que recibe su título de la frase paulina, viene firmado por Johannes de silentio, pseudónimo que aporta la clave de la obra: el silencio de Abraham. El elogio de la figura de Abraham y la discusión de los problemas surgidos de las variaciones interpretativas de su experiencia en el monte Moriah dan pie para tratar la «lírica dialéctica» que se establece entre el secreto y su manifestación. Frente al héroe trágico, Abraham, que encarna la relación del individuo con lo absoluto, no puede hablar: en ello radican su angustia y su paradoja, inasimilables en términos éticos o estéticos.

Sé el primero en dejar una opinión

Soren Kierkegaard
Considerado el padre del existencialismo, nació en Copenhague en 1813. Figura entre los grandes de la historia del pensamiento. Su personalidad y su obra han sido calificadas de «tumultuosas, desbordantes e incontenibles». Conviven en él una radical vanguardia en cuanto a los temas (valoración del individuo, crítica de la sociedad de su tiempo, angustia existencial, radicalidad de la culpa, sentimiento de soledad y abandono) y al estilo (cuestión de los pseudónimos, disolución de los géneros clásicos, diálogo entre literatura, filosofía y religión) con una vuelta al cristianismo originario, la reivindicación del patronazgo moral del socratismo platónico o la universalidad de la herencia clásica. Arrinconado al principio por su enfrentamiento con el cristianismo establecido de su época, fue rescatado por G. Brandes, T. S. Haecker y M. Heidegger. A España llegó tempranamente a través de Høffding y Unamuno, que le llamaba «el hermano Kierkegaard». Recientemente se ha recuperado el interés por su magnífica obra y su inquietante personalidad, fruto del cual son los numerosos estudios en torno a su pensamiento y la publicación de una nueva edición de sus escritos. En el marco de la edición castellana de los Escritos de Søren Kierkegaard, basada en la edición crítica danesa, han sido ya publicados: Escritos 1. De los papeles de alguien que todavía vive. Sobre el concepto de ironía (2.ª edición, 2006); Escritos 2. O lo uno o lo otro. Un fragmento de vida I (2006); Escritos 3. O lo uno o lo otro. Un fragmento de vida II (2007); Escritos 5. Discursos edificantes. Tres discursos para ocasiones supuestas (2010) y Migajas filosóficas o un poco de filosofía (5.ª edición, 2007). De Kierkegaard han sido también publicados en esta misma Editorial: Los lirios del campo y las aves del cielo (2007), La enfermedad mortal (2008), Ejercitación del cristianismo (2009), Para un examen de sí mismo recomendado a este tiempo (2011), El Instante (2.ª edición, 2012) y La época presente (2012), Apuntes sobre la Filosofía de la Revelación de F. W. J. Schelling (1841-1842)(2014), El libro sobre Adler. Un ciclo de ensayos ético-religiosos (2021) y Escritos 6. Etapas en el camino de la vida (2023).En torno a 1842, cabe situar la composición de Johannes Climacus, o De todo hay que dudar. Tras escribir varios discursos cristianos y edificantes concluyó su carrera con una serie de «ataques a la cristiandad» publicados en un periódico que él mismo editaba y distribuía, Øieblikket.Kierkegaard murió en 1855. En su funeral, su sobrino Henrik Lund protestó por el hecho de que su tío estuviera siendo enterrado por la Iglesia oficial aun cuando él había dejado claro en vida que quería alejarse de ella.