Giordano Bruno fue el único filósofo que en el siglo XVI adoptó con entusiasmo la nueva cosmología heliocéntrica formulada por Nicolás Copérnico en 1543. Para Bruno, sin embargo, el cosmos finito de Copérnico y el movimiento de una Tierra planetaria era el punto de partida para la recuperación de la verdadera concepción del universo y de su relación co la divinidad, que se había perdido como consecuencia del error aristotélico de una Tierra central e inmóvil. Por ello Bruno pretende extraer todas las implicaciones de la restauración copernicana: la necesaria infinitud espacial y temporal del universo homogéneo, consistente en una infinita repetición de sistema planetarios a partir de la concepción del Sol como una estrella igual a las demás, y las implicaciones antropológicas de un universo infinito convertido en expresión de la divinidad y medio para la unión intelectual con ella. La cena de las cenizas, el primero de los seis diálogos en lengua italiana publicados en Londres en 1584- 1585, ofrece la primera defensa articulada entre el frente filosófico y teológico de la cosmología copernicana y al mismo tiempo la obertura de esa obra unitaria en seis entregas en que Bruno despliega su revolución copernicana. Con esta obra comienza una nueva edición de toda la obra italiana de Bruno en esta Colección de Clásicos del pensamiento.
"Así conocemos tantas estrellas, tantos astros, tantos númenes, como son todos esos centenares de miles que asisten al servicio y contemplación del primero, universal, infinito y eterno eficiente. Así nos vemos llevados a descubrir el infinito efecto de la infinita causa, el verdadero y vivo vestigio del infinito vigor, y sabemos que no hay que buscar la divinidad lejos de nosotros, puesto que la tenemos al lado, incluso dentro, más de lo que nosotros estamos dentro de nosotros mismos."
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