Un canto a la vida, a la libertad, al yo, a la belleza, a la poesía...
Prólogo de Luna Miguel.
Traducción José Luis Chamosa González y Rosa Rabadán.
«Camarada, esto no es un libro; quien toca esto toca a un hombre». Así define Walt Whitman (1819-1892) una obra que construyó a lo largo de casi cuarenta años. Fruto de una época y de un lugar -la Norteamérica del siglo XIX-, este gran poema épico nace y crece con la intención de definir al hombre y a la nación americana frente al dominio cultural anglosajón.
Su polémica ruptura, formal y conceptual, con el canon poético tradicional fue tal, que se dice que toda la poesía norteamericana posterior es un continuo diálogo con Whitman; incluso buena parte de la poesía occidental, desde el español García Lorca hasta el caribeño Walcott, bebe de esta fuente de inspiración.
Este volumen ofrece por primera vez íntegra la mítica Primera edición de 1855, y una selección de los mejores poemas que engrosaron las sucesivas ediciones.
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Walt Whitman
Nació en 1819 en West Hills, Long Island. Trabaja como aprendiz en una imprenta y como chico de oficina en un bufete de abogados, pero enseguida se cambió a un periódico. Despues trabajó como como maestro. Entre 1838 y 1839 publicó el Long-Islander, en Huntington. Durante dos años fue editor del famoso Brooklyn Eagle. Es el poeta norteamericano más conocido y el primero en desvincularse de los cánones de la poesía inglesa. Durante la Guerra de Secesión, asistió a soldados heridos en un hospital militar del bando norteño en la ciudad de Washington. Prosiguió con su trabajo para el gobierno hasta 1873, en que sufrió un grave ataque que le dejó como secuela una parálisis parcial. Falleció en 1892.