Una utopía con tintes ecológicos.
Dentro de la gran tradición literaria de las utopías y anti-utopías que se inicia en el siglo XVII, El nombre del mundo es Bosque muestra una vez más la claridad y el poder de la visión «ecológica» de Ursula K. Le Guin: un universo dinámico y en equilibrio que se mantiene en el tiempo de acuerdo con las leyes propias que no admiten la intromisión del hombre.
En el planeta Athshe, el ciclo de la vida, la cultura, las costumbres, los modos mentales nacen y se desarrollan en la estabilidad autónoma del cosmos, pero la llegada de una expedición terrestre cambiará dramáticamente el pacífico modo de vida de los nativos del planeta.
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Úrsula K. Le Guin
Berkeley, 1929 - Portland 2018). Estaba considerada una de las maestras de la literatura fantástica del siglo XX. En 2003 fue nombrada Gran Maestre por la Asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos (SFWA). Fue la primera mujer en obtener esta distinción. Licenciada en antropología, Le Guin trasladó su interés por la sociedad humana, su evolución y origen, a la mayor parte de su producción literaria, así como sus convicciones feministas, taoístas y anarquistas. Su primer gran éxito fue La mano izquierda de la oscuridad (1969) obra con la que ganó un premio Hugo y un Nébula. A partir de entonces sus novelas se cuentan como éxitos, tales como Los desposeídos (1974) o El nombre del mundo es bosque (1972). Lavinia (2008), su última novela, ganó el premio Locus, galardón que se suma a los otros dieciocho que ya poseía la autora, junto a cinco premios Hugo y seis Nébula. En 2014 le fue concedido el National Book Award.