El hombre y lo divino
Autor/a
María Zambrano
Editorial
Alianza
Idioma
Castellano
Páginas
472
Dimensiones
18,00 x 12,00
Edición
2020
Colección
Biblioteca de Autor
Estado
Nuevo
ISBN
9788491817611
Aparecida por vez primera en 1955 y sustancialmente ampliada en su reedición de 1973, "El hombre y lo divino", obra clave en el desarrollo del pensamiento de María Zambrano (1904-1991), actúa como puente entre la destilación más acabada de sus primeras ideas y la articulación de esa «razón poética» que se iría desplegando a partir de entonces en el seno de su producción filosófica. Frente a una modernidad sumida en el eterno juego de renuncia y regreso a una divinidad de la que ansía desprenderse pero a la que no puede renunciar, Zambrano traza las sendas para una nueva relación con lo divino que, siguiendo las huellas de la piedad, pueda permitirnos recuperar la realidad para desvelar las potencias liberadoras sepultadas por esa «historia hecha ídolo» a la que hemos sido abocados.
Introducción de Carmen Revilla Guzmán


Maria Zambrano
Filósofa española. Nacida en Vélez-Málaga (Málaga) en 1904, fue discípula de José Ortega y Gasset y profesora en la Universidad de Madrid. Durante la Guerra Civil española (1936-1939) participó en algunas comisiones de ayuda humanitaria y cultural y se exilió en México, a donde llegó en 1939. Profesora de la Universidad de Morelia, se trasladó muy pronto a La Habana, en cuya universidad enseñó durante varios años, así como en la Universidad de Puerto Rico. Posteriormente vivió en Italia y en Suiza antes de su regreso definitivo a su país. Para Zambrano, la filosofía no era sólo una cuestión de conceptos, sino de símbolos que deben abordar los problemas esenciales de la trascendencia y los grandes misterios de la vida humana. Murió en 1991.

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María Zambrano
Filósofa española. Nacida en Vélez-Málaga (Málaga) en 1904, fue discípula de José Ortega y Gasset y profesora en la Universidad de Madrid. Durante la Guerra Civil española (1936-1939) participó en algunas comisiones de ayuda humanitaria y cultural y se exilió en México, a donde llegó en 1939. Profesora de la Universidad de Morelia, se trasladó muy pronto a La Habana, en cuya universidad enseñó durante varios años, así como en la Universidad de Puerto Rico. Posteriormente vivió en Italia y en Suiza antes de su regreso definitivo a su país. Para Zambrano, la filosofía no era sólo una cuestión de conceptos, sino de símbolos que deben abordar los problemas esenciales de la trascendencia y los grandes misterios de la vida humana. Murió en 1991.