Muchos han denunciado y analizado, antes y después, las nuevas formas de miseria propias de la sociedad del llamado bienestar; muy pocos, casi nadie, con tan penetrante clarividencia y precisión como la Comuna Antinacionalista Zamorana. La Comuna acertó, para empezar, a dirigir la denuncia, no contra el «consumo» -noción ambigua y confusa donde las haya-, sino contra el despilfarro, entendido como gasto y eliminación de las cosas sin ningún provecho ni disfrute.
No hay, en efecto, crimen sin justificación; y esto es más que en sitio ninguno cierto par los multitudinarios crímenes de Estado. La fe y la estupidez de las poblaciones solo quedan condignamente superadas por la fe y la estupidez de sus dirigentes. Para poder despilfarrar vidas humanas la Estadística tiene previamente que reducirlas a masa y número de almas: pero la operación estadística convierte en primer lugar al estadista en la más ciega y obediente de las piezas de la computadora
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Comuna Antinacionalista Zamorana
Se atribuye a Agustín García Calvo