Descubre el tercer volumen de la saga Blackwater.
Una saga matriarcal. Mujeres poderosas que luchan por el dominio durante generaciones. Una atmósfera única para una lectura adictiva. Un retrato realista con toques sobrenaturales. Escritura magistral y visual en un ambicioso proyecto entre el pulp y HBO.
Perdido, 1928. El clan Caskey se desmorona con la cruenta guerra personal entre Mary-Love y Elinor. En los recovecos del caserón donde viven Elinor y Oscar se esconden crisis conyugales y existenciales con repercusiones que desafían la imaginación, mientras los peores recuerdos, aquellos que uno se esfuerza por mantener ocultos, acechan para tejer sus mortíferas redes y salir a flote.
«Michael Mcdowell: mi amigo, mi maestro. Fascinante, aterrador, simplemente genial. El mejor de todos nosotros.»
STEPHEN KING
«Una sabia combinación entre Dumas y Lovecraft. Un cruce entre Stephen King y Gabriel García Márquez. Despiadadamente adictivo.»
ROBERT SHAPLEN, THE NEW YORK TIMES
Sé el primero en dejar una opinión
Michael McDowell
Michael McDowell (1950-99) fue un auténtico monstruo de la literatura. Dotado de una creatividad sin límites, escribió miles de páginas, con una capacidad al nivel de un Balzac o un Dumas. Como ellos, optó por contar historias que llegaran a todo el mundo. Y, como ellos, eligió el medio de difusión más popular: el folletín, o novela por entregas, en el caso de los maestros del XIX; el paperback en el caso de McDowell. Además de novelista, Michael McDowell fue un aclamado guionista. Fruto de su colaboración con Tim Burton fueron Bettlejuice y Pesadilla antes de Navidad, además de un episodio para la serie Alfred Hitchcock presenta.
“Michael McDowell: mi amigo, mi maestro. Fascinante, aterrador, simplemente genial. El mejor de todos nosotros.” Stephen King
Escribió decenas de novelas: históricas, policíacas, de terror gótico, muchas con pseudónimo. En 1983 publicó la que es sin duda su obra maestra, BLACKWATER, una saga matriarcal con tintes de terror ambientada en la Alabama de la primera mitad de siglo. Y exigió que se publicara en seis entregas, a razón de una por mes. El éxito fue arrollador.